Beneficios fiscales para personas con discapacidad en la Declaración de la Renta

La declaración de la Renta es un trámite importante que requiere atención y planificación, y para las personas con discapacidad, existen una serie de beneficios fiscales que pueden resultar de gran ayuda.

En España, este proceso se inicia el 3 de abril y se extiende hasta el 1 de julio, y es crucial entender cómo aprovechar las deducciones y exenciones disponibles de las personas con discapacidad.

Certificación de Discapacidad:

Para acceder a los beneficios fiscales destinados a personas con discapacidad, es necesario obtener un certificado que valide su condición. Según la ley, se considera persona con discapacidad a aquellas que cuenten con un grado igual o superior al 33%, certificado mediante documento oficial. Este certificado es proporcionado por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO) o la autoridad competente de cada comunidad autónoma.

El certificado debe detallar el grado de discapacidad, indicar si es temporal o permanente, y si incluye movilidad reducida. Además, los familiares directos o colaterales hasta tercer grado de una persona con discapacidad, así como sus cónyuges o acogedores, tienen derecho a la reducción de la base imponible con las aportaciones realizadas en dinero o en especie, con un límite anual de 10.000 euros.

Deducciones en la Declaración de la Renta:

En la declaración de la Renta, las personas con movilidad reducida pueden aplicar una deducción de 300 euros si su grado de discapacidad es igual o superior al 65%. Sin embargo, la base imponible no debe superar los 27.000 euros para poder beneficiarse de esta deducción.

Rentas Exentas de Tributar:

Existen ciertas rentas que están exentas de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para personas con discapacidad. Entre ellas se incluyen:

  • Prestaciones de la Seguridad Social para quienes tienen discapacidad muy grave o no pueden trabajar.
  • Prestaciones especiales para las familias que las reciban.
  • Pensiones de orfandad y haberes pasivos.
  • Pensiones por incapacidad del régimen de clases pasivas.
  • Prestaciones de mutualidades de previsión social.
  • Ayudas de estadía en centros especializados como residencias o centros de día.
  • Pensiones a afectados por la Guerra Civil.

Además, hay otras exenciones por rendimiento de trabajo, como ayudas por acogimiento para cuidados a personas con discapacidad, dinero recibido para ayudar a personas con discapacidad a través de fondos o inversiones, y ayudas especiales que forman parte de un sistema para personas con discapacidad.

En resumen, conocer y aprovechar estos beneficios fiscales es fundamental para las personas con movilidad reducida y sus familias. Estas deducciones y exenciones pueden suponer un alivio financiero significativo y contribuir a mejorar su calidad de vida. Es importante informarse adecuadamente y consultar con un asesor fiscal para maximizar estos beneficios durante la declaración de la Renta.

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