En 2023, la Seguridad Social introdujo un cambio significativo en el sistema de cotización de los trabajadores autónomos, implantando un modelo basado en los ingresos reales. Este nuevo sistema busca ajustar las cuotas a la realidad económica de cada autónomo, lo que significa que las aportaciones que se realizan a lo largo del año son una estimación, no una cifra definitiva.
En esencia, con este sistema de cotización, los autónomos deben prever cuál será su rendimiento neto durante el año y pagar sus cuotas en función de esa estimación. Sin embargo, el monto exacto que realmente debían cotizar se determina al año siguiente, una vez presentada la declaración de la renta. Este ajuste es necesario porque la Seguridad Social necesita conocer los ingresos netos reales para calcular las cuotas adecuadas.
Regularización de cuotas al año vencido
Este nuevo sistema solucionó un problema que afectaba a muchos autónomos. Antes de 2023, la cotización no reflejaba necesariamente los ingresos reales de los trabajadores. Ahora, con la implementación de una regularización anual, la Seguridad Social compara los ingresos netos declarados con los reales tras la presentación del IRPF.
Si un autónomo ha pagado más de lo que debía, la Seguridad Social le devolverá el exceso cotizado. En cambio, si ha pagado de menos, deberá abonar la diferencia. Según estimaciones de Declarando, un 74% de los autónomos tendrán que pagar en su primera regularización, y el 65% de quienes paguen desembolsarán más de 1.000 euros.
Este ajuste también tiene implicaciones fiscales, ya que las cuotas pagadas a la Seguridad Social son un gasto deducible en la declaración de la renta. Por lo tanto, si un autónomo paga más o menos de lo que debía, esto podría alterar el resultado final de su IRPF.
Impacto fiscal de la regularización
Hacienda ya ha establecido cómo debe tributar esta regularización en el IRPF. En caso de que la regularización resulte en un pago adicional, ese importe se considerará un gasto deducible en la renta del año siguiente. Si, por el contrario, se recibe una devolución por haber pagado de más, la cantidad se restará de los gastos deducibles.
En resumen, tanto si se paga como si se recibe una devolución, estas cantidades se reflejan como un ajuste en los gastos deducibles o ingresos del autónomo en su declaración de la renta.
¿Se debe hacer una declaración rectificativa?
Una duda común entre los autónomos es si la regularización de las cuotas implica tener que presentar una declaración complementaria o rectificativa. La respuesta, según la Dirección General de Tributos (DGT), es no. No es necesario realizar una declaración rectificativa por el ajuste de las cuotas. En su lugar, el autónomo deberá incluir el resultado de la regularización en la declaración del año siguiente. Es decir, la regularización de las cuotas correspondientes a 2023 deberá reflejarse en la declaración de la renta de 2024, que se presenta en 2025.
El procedimiento es simple: si el resultado es a pagar, se considera un gasto deducible; si es a devolver, se resta de los gastos del ejercicio.
Calendario de la regularización
Para que la regularización sea efectiva, es fundamental que el autónomo haya presentado su declaración de la renta, cuyo plazo finaliza en junio. Posteriormente, la Seguridad Social llevará a cabo el ajuste de las cuotas durante el otoño y notificará a los trabajadores si deben abonar alguna cantidad adicional. El plazo para realizar ese pago se extenderá hasta el último día del mes siguiente a la comunicación oficial.
En conclusión, este nuevo sistema de cotización por ingresos reales busca garantizar que los autónomos coticen de manera más justa, adaptando sus cuotas a su realidad económica, aunque conlleva ciertos ajustes fiscales que deben tenerse en cuenta.
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