En la escena europea, España se posiciona como el cuarto país con mayor número de startups, solo superado por Reino Unido, Francia y Alemania.
En el cierre del año 2022, el tejido empresarial de España se enriqueció con la presencia de 12,041 startups, marcando un aumento del 8% con respecto a 2021. Este crecimiento significativo no solo ha impulsado la innovación y la economía del país, sino que también ha contribuido a la generación de 160,000 puestos de trabajo, según datos proporcionados por Moncloa.
La situación de las startups certificadas y los beneficios fiscales
La Empresa Nacional de Innovación (Enisa) ha otorgado certificaciones de innovación a más de 127 negocios en España, identificándolos como candidatos para recibir beneficios fiscales de acuerdo con la Ley de Startups. Esta certificación ha sido mayormente otorgada en regiones como Cataluña (36 empresas), Comunidad de Madrid (35 proyectos) y Comunidad Valenciana (con 14 startups certificadas). Conforme a la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de Fomento del ecosistema de las empresas emergentes, aquellas que obtengan la condición de «emergentes» pueden aprovechar beneficios fiscales que incluyen un impuesto de sociedades del 15% en los primeros dos años, y en los tres siguientes si generan beneficios; aplazamiento de deudas tributarias hasta un año sin recargos; utilización de hasta 50,000 euros en acciones exentas de tributación para remunerar a sus empleados; y la obtención de prestaciones de garantías o pagos a cuenta en el caso de concesión de subvenciones.
¿Qué se considera una startup o negocio emergente según Enisa?
Para Enisa, un proyecto o emprendimiento se clasifica como «emergente» si es de nueva creación o no tiene más de cinco años desde su inscripción en el Registro Mercantil o en un Registro de Cooperativas.
Requisitos para obtener la certificación de empresa emergente
Para recibir la certificación de empresa emergente, se deben cumplir ciertos requisitos, entre ellos:
- Ser una empresa nueva o tener menos de cinco años desde su inscripción en el Registro Mercantil o de la escritura pública de constitución inscrita en el Registro de cooperativas competente.
- No haber surgido de operaciones de fusión, escisión, transformación, concentración o segregación, excepto aquellas surgidas de otras empresas emergentes o aquellas empresas de base tecnológica spin-off originadas en universidades públicas.
- No haber distribuido dividendos desde la constitución.
- No cotizar en un mercado regulado.
- Tener sede, domicilio social o establecimiento permanente en territorio español.
- Al menos el 60% de la plantilla deberá tener un contrato laboral en España, y en el caso de las cooperativas, se computarán como parte de la plantilla a los socios y socios trabajadores.
- El volumen de negocio no debe superar los 10 millones de euros anuales.
- No estar fundadas o dirigidas por personas con problemas fiscales o condenadas por delitos fiscales y de seguridad social.
- Desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador con un modelo de negocio escalable.
Para obtener la certificación, se debe presentar la solicitud a través de la web de ENISA, acompañada de la documentación requerida.
Criterios y evaluación de un proyecto de emprendimiento para obtener la certificación
Para obtener la certificación de empresa emergente, es fundamental desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador. Enisa establece criterios para evaluar la innovación y escalabilidad del modelo de negocio, considerando factores como:
- Grado de innovación, que incluye financiamiento público recibido en los últimos tres años y gastos en investigación, desarrollo e innovación tecnológica.
- Atractivo del mercado, evaluando oferta y demanda, generación de tracción y estrategias de captación de usuarios o clientes.
- Fase de vida de la empresa, considerando la implementación de prototipos y la puesta en mercado del servicio.
- Modelo de negocio, incluyendo el número de usuarios, operaciones y facturación anual.
- Competencia, evaluando las empresas competidoras y la diferenciación respecto a ellas.
- Equipo, valorando la experiencia, formación y trayectoria del equipo de la empresa.
- Relación con proveedores, suministradores y contratos de alquiler, teniendo en cuenta las relaciones y dependencia con otros operadores económicos.
- Clientes, analizando el volumen de clientes o usuarios de la empresa.
Estos criterios ayudan a determinar si un proyecto de emprendimiento es apto para recibir la certificación de empresa emergente y, por consiguiente, los beneficios fiscales asociados.
Desde FAR Asesores, ponemos a su disposición un equipo profesional que pretende dar respuesta a las exigencias legales, fiscales y económicas, que su empresa afronté. Esta noticia es del medio La Información, puedes leer la noticia completa en el siguiente enlace.
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