Emprendedor de responsabilidad limitada: una opción intermedia con poca adopción

En caso de que su negocio acumulara deudas, podrían proteger su vivienda habitual y sus bienes de equipo de posibles embargos, con ciertos límites.

La figura del Emprendedor de Responsabilidad Limitada (ERL) fue introducida en España en 2013 con la Ley de Emprendedores (14/2013). Su objetivo principal era ofrecer una solución intermedia entre el autónomo tradicional y la creación de una sociedad, permitiendo a los trabajadores por cuenta propia limitar su responsabilidad patrimonial.

Una protección limitada

El concepto de proteger el patrimonio personal surge como respuesta a la vulnerabilidad de los autónomos ante situaciones adversas en sus negocios. La ley establece que el valor máximo de la vivienda protegida puede ser de 300.000 o 450.000 euros, dependiendo de la localización. Esta protección, no obstante, excluye las deudas con el sector público. Lo que limita en gran medida su efectividad. Además, se debe destacar que esta figura no exime al autónomo de las demás responsabilidades derivadas de su actividad profesional.

A pesar de la aparente utilidad de esta figura, solo un número reducido de autónomos ha optado por registrarse como ERL. Lo que sugiere que no ha logrado el éxito esperado. Uno de los motivos principales que explican esta baja adopción es la obligación de presentar cuentas anuales como si se tratara de una sociedad mercantil. Lo cual implica una mayor carga administrativa y contable.

Complejidades contables

La exigencia de llevar una contabilidad detallada y de presentar cuentas anuales ha sido señalada como un obstáculo clave. Muchos autónomos prefieren evitar este tipo de requisitos adicionales, ya que incrementan las gestiones burocráticas y los costes asociados a la gestión contable. En palabras de los expertos del Registro de Economistas Contables, este proceso es más complicado de lo que muchos autónomos están dispuestos a asumir, especialmente aquellos que trabajan en actividades profesionales individuales, como médicos o abogados, quienes suelen evitar constituir sociedades.

Iniciativas para reducir cargas administrativas

El Consejo General de Economistas de España y el Colegio de Registradores están trabajando en una propuesta para simplificar las obligaciones contables. Esta propuesta tiene como objetivo principal reducir la complejidad de la presentación de las cuentas anuales mediante la introducción de un modelo súper simplificado de estados financieros. El nuevo esquema pretende facilitar la gestión contable para los autónomos que opten por esta figura y garantizar el cumplimiento de la ley.

El modelo que se está desarrollando permitirá a los emprendedores formular estados financieros muy abreviados. Estos deberán ser depositados en el Registro Mercantil. Sin embargo, el retraso en esta presentación conllevaría la pérdida temporal del beneficio de la limitación de responsabilidad, lo que podría generar inconvenientes adicionales para los autónomos.

Una alternativa desconocida

Aunque la figura del ERL presenta ventajas claras sigue siendo poco conocida entre los trabajadores por cuenta propia. Los expertos subrayan la importancia de que los autónomos evalúen cuidadosamente la forma jurídica más adecuada para sus negocios a través de un plan de viabilidad, considerando las implicaciones de responsabilidad y costes.

La falta de familiaridad con esta opción, sumada a las trabas burocráticas, ha impedido que la figura del Emprendedor de Responsabilidad Limitada alcance su potencial. Con las modificaciones que se están proponiendo, es posible que en el futuro más autónomos encuentren en esta figura una alternativa viable y beneficiosa para su actividad empresarial.

En resumen, aunque la figura del ERL parece una buena opción para aquellos autónomos que deseen limitar su responsabilidad, las complicaciones contables y el desconocimiento generalizado han frenado su expansión. Las iniciativas actuales para simplificar los requisitos podrían aumentar su adopción, ofreciendo así una alternativa real a los trabajadores por cuenta propia que buscan proteger su patrimonio sin tener que crear una sociedad.

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