vender una casa heredada no es una tarea sencilla ni rápida. La complejidad del proceso aumenta cuando hay varias personas implicadas en la herencia y la distribución de los bienes.

La venta de una casa heredada es un proceso mucho más complejo de lo que podría parecer a primera vista. Para llevar a cabo la transmisión del inmueble es necesario completar un procedimiento jurídico que puede tomar tiempo y que exige tanto la recopilación de documentación como el pago de algunos impuestos.

Desacuerdos entre herederos

Uno de los principales obstáculos es la falta de acuerdo entre los herederos. Es común que alguno de los herederos no quiera vender la vivienda o incluso no tenga intención de aceptar la herencia, lo que puede entorpecer el proceso para los demás. Cuando todos los herederos están de acuerdo, el reparto puede resolverse con relativa rapidez, en menos de dos meses. Sin embargo, si no hay consenso, el proceso de reparto de la herencia puede prolongarse durante años.

En situaciones en las que, una vez finalizado el trámite de la herencia, uno de los herederos no quiera vender, se debe intentar llegar a un acuerdo. Si esto no es posible, se puede recurrir a la vía judicial para solicitar la partición judicial de la herencia y la subasta pública del inmueble.

Documentación y organización

Otro problema común es la falta de organización al recopilar los documentos necesarios. Esto es especialmente problemático cuando se trata de una herencia sin testamento dejada a varios herederos que no son familiares directos, ya que en estos casos hay que demostrar el parentesco y podría ser necesario presentar una gran cantidad de documentación.

Además, la falta de coordinación entre los herederos puede retrasar el proceso. Cada heredero necesita recopilar la documentación necesaria y cualquier demora por parte de uno de ellos puede dificultar y retrasar la venta de la casa heredada.

Impuestos y finanzas

La dificultad para pagar los impuestos de sucesiones y la plusvalía municipal es otro obstáculo común. Las entidades bancarias a menudo ponen trabas al uso de los fondos de las cuentas bancarias del fallecido para liquidar los tributos, aunque este es un trámite totalmente legal, siempre que el fallecido haya dejado dinero en efectivo.

Si no se dispone de suficiente dinero para pagar los tributos y el fallecido no ha dejado dinero en efectivo, una opción es solicitar un préstamo a un amigo o familiar, pedir un préstamo personal al banco, o un crédito con garantía hipotecaria, utilizando el propio inmueble heredado como aval. Sin embargo, obtener un préstamo no siempre es fácil, ya que la entidad financiera evaluará previamente la situación económica del solicitante antes de concederlo.

Conclusión

Como se puede ver, cuantas más personas tengan que ponerse de acuerdo, mayores serán las dificultades para llegar a un consenso sobre la venta de la propiedad, ya que algunos pueden preferir mantenerla. El proceso está plagado de desafíos, desde la recopilación de la documentación hasta la coordinación entre los herederos y el manejo de las finanzas necesarias para pagar los impuestos. Por tanto, es fundamental estar preparado y organizado para enfrentar estas dificultades y poder llevar a cabo la venta de la manera más eficiente posible.

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