Cada vez es menos frecuente guardar dinero en efectivo en casa, aquello que siempre se ha denominado de forma coloquial guardar el dinero ‘bajo el colchón’. El pago telemático se impone y poco a poco va ganando presencia en todos los campos de la vida.
Sin embargo, muchas personas aún sigan guardando dinero en efectivo en casa.
Las razones son muy variadas: por desconfianza hacia los bancos, por tener un colchón de dinero en caso de emergencia, etc. Todas ellas son igual de válidas porque, aunque el uso de efectivo sea cada vez más restringido, guardar el dinero en casa es algo completamente legal.
No obstante, al elegir esta forma de almacenamiento el ciudadano puede afrontar pequeños riesgos o peligros que afectan a ese dinero.
Las principales amenazas para aquellos que guardan el dinero en efectivo en casa son las siguientes:
La inflación
Aunque la inflación va moderándose poco a poco, el coste de la vida sigue estando muy por encima de los niveles de hace un año. La gente que guarda en casa el dinero en efectivo habrá perdido poder adquisitivo.
Hacienda
La clave de tener el dinero ‘bajo el colchón’ en nuestro domicilio es garantizar la correcta declaración en todo momento de ese dinero en efectivo. De lo contrario, la Agencia Tributaria podría tomar cartas en el asunto para obligar al contribuyente al pago de las cantidades que no ha declarado conforme a la ley.
Desastres naturales o accidentes
Es quizá la amenaza más aleatoria o de la que menos culpa tendría la persona que guarda el dinero ‘bajo el colchón’. En la decisión de llevar el efectivo a casa hay que asumir la posibilidad de que suceda un incendio o una inundación o un robo que nos haga perder el dinero.
Por último, para estas situaciones es conveniente la contratación de un seguro que garantice la cobertura ante estas contingencias. De lo contrario, el riesgo seguirá ahí.
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