Hasta 2023, los autónomos en España tenían la libertad de escoger su base de cotización a la Seguridad Social, lo que permitía a muchos optar por la base mínima para reducir su cuota mensual. Esta flexibilidad, aunque beneficiosa a corto plazo, resultaba en cotizaciones bajas que, a largo plazo, impactaban en las prestaciones futuras como las pensiones o las bajas por incapacidad.
Ante esta situación, se introdujo un nuevo sistema en 2023, en el que los autónomos ahora deben cotizar según sus ingresos reales, lo que cambia significativamente el panorama para estos trabajadores.
Cómo funciona el nuevo sistema de cotización por ingresos reales
El nuevo modelo se basa en los rendimientos netos de los autónomos, es decir, la diferencia entre sus ingresos y gastos, sin incluir la cuota a la Seguridad Social. A partir de esta cifra, los autónomos se clasifican en uno de los 15 tramos de cotización existentes, los cuales determinan la base mínima y máxima sobre la que deben cotizar.
Por ejemplo, para 2025, un autónomo con rendimientos netos de hasta 670 euros deberá cotizar entre una base mínima de 653,59 y una base máxima de 718,94 euros mensuales. Por el contrario, aquellos con rendimientos superiores a 6.000 euros mensuales cotizarán entre 1.928,10 y 4.139,40 euros, lo que eleva considerablemente su cuota.
Este sistema, aunque incrementa las cuotas para muchos autónomos, ofrece beneficios a largo plazo. Las prestaciones, como la jubilación, el paro o la baja por incapacidad, se calculan en función de la base de cotización, por lo que mayores cotizaciones garantizan mejores prestaciones.
Cálculo de la pensión de jubilación para autónomos
El cálculo de la pensión de jubilación de los autónomos depende de tres factores clave: los años cotizados, la base de cotización y la edad de jubilación. Aquellos que hayan cotizado durante más de 38 años podrán jubilarse a los 65 años, mientras que quienes no alcancen ese umbral deberán esperar hasta la edad ordinaria de jubilación, que en 2024 es de 66 años y 6 meses.
Para calcular la pensión, se sigue un proceso en dos pasos:
- Sumar las bases de cotización: Se toma en cuenta el promedio de las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses), con un ajuste por inflación en los primeros 276 meses y el valor nominal de las últimas 24. El resultado será la base reguladora, que es el máximo que un autónomo podría recibir como pensión.
- Sumar los años cotizados: Con un mínimo de 15 años cotizados, el autónomo tendrá derecho al 50% de la base reguladora. A partir de ahí, cada mes adicional aumenta el porcentaje hasta llegar al 100% con 258 meses cotizados.
La pensión de un autónomo que cotiza por la base mínima
La realidad para muchos autónomos es que, al cotizar por la base mínima, la pensión que recibirán será inferior a la pensión mínima de jubilación. En estos casos, el Estado complementa la pensión hasta alcanzar ese mínimo, siempre que el autónomo cumpla con los requisitos necesarios. En 2023, el complemento a mínimos para una persona jubilada con 65 años y cónyuge a cargo es de 14.466 euros anuales, mientras que sin cónyuge baja a 11.552,80 euros al año.
No obstante, es importante señalar que actualmente 383.530 autónomos reciben este complemento, lo que evidencia la prevalencia de las cotizaciones bajas en este colectivo. Con el nuevo sistema de cotización por ingresos reales, es probable que esta cifra disminuya en los próximos años, ya que las nuevas reglas incentivan cotizaciones más altas que, a su vez, mejoran las prestaciones futuras.
Conclusión
El nuevo sistema de cotización para autónomos, basado en los rendimientos reales, ha llegado para equilibrar el sistema de seguridad social, garantizando que las prestaciones futuras sean más proporcionales a las cotizaciones realizadas. Aunque para muchos autónomos las cuotas han aumentado, las ventajas a largo plazo, especialmente en términos de pensión de jubilación, hacen que este cambio sea una inversión en su futuro financiero.
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