Transferencias entre familiares: lo que debes saber para evitar sanciones de Hacienda

Las transferencias de dinero entre familiares o amigos son una práctica muy habitual en España. Muchos padres ayudan económicamente a sus hijos, otros adelantan parte de una herencia o simplemente apoyan a seres queridos en momentos de dificultad. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que estas operaciones no están exentas de control por parte de la Agencia Tributaria, y que, si no se declaran correctamente, pueden acarrear importantes sanciones económicas.

Hacienda vigila con especial atención estos movimientos de dinero para prevenir el blanqueo de capitales y el fraude fiscal. Y es que, aunque pueda parecer un simple gesto de ayuda, muchas de estas transferencias pueden considerarse donaciones encubiertas. Por ello, es importante saber en qué casos se debe declarar una transferencia entre familiares y cómo hacerlo adecuadamente.

Uno de los aspectos clave es el importe transferido. No existe un mínimo legal que obligue a tributar por una transferencia, pero los bancos están obligados a informar a Hacienda cuando la cantidad supera los 3.000 euros.

En el caso de pagos en efectivo, este umbral se reduce a 1.000 euros si el receptor es un empresario o profesional. Esta información es utilizada por la Agencia Tributaria para detectar movimientos sospechosos que puedan esconder una donación no declarada.

Cuando se trata de una ayuda económica que no se espera que sea devuelta, hablamos de una donación. En ese caso, debe declararse en la comunidad autónoma correspondiente y tributar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD). La gestión de este impuesto está descentralizada, por lo que las condiciones varían según la comunidad. Afortunadamente, muchas regiones ofrecen bonificaciones significativas en el caso de donaciones entre familiares directos, como padres e hijos, lo que puede reducir considerablemente la carga fiscal.

En cambio, si lo que se realiza es un préstamo entre familiares, es fundamental formalizarlo mediante un contrato por escrito y registrarlo en la Agencia Tributaria.

De esta forma se deja constancia de que no se trata de una donación y se evita cualquier malentendido con Hacienda. La falta de documentación puede provocar que la Agencia considere que el dinero entregado es una donación encubierta y, por tanto, sujeta al correspondiente impuesto.

Cabe destacar que comunidades como Madrid o Andalucía ofrecen bonificaciones de hasta el 99% en el ISD para donaciones entre familiares directos. Esto significa que, si se declara correctamente, la carga fiscal puede ser prácticamente nula.

No obstante, omitir la declaración de una donación puede salir caro. Si Hacienda detecta una transferencia irregular, el receptor del dinero puede enfrentarse a sanciones económicas importantes. La cuantía de la multa dependerá del importe no declarado y del tiempo que haya pasado desde la transferencia.

En definitiva, aunque transferir dinero a un familiar pueda parecer un gesto inocente, es fundamental conocer la normativa vigente y cumplir con las obligaciones fiscales para evitar sorpresas desagradables. Declarar correctamente una donación o formalizar un préstamo no solo es legalmente necesario, sino también una forma de proteger tanto al donante como al beneficiario.

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