Una reciente sentencia del Tribunal Supremo obliga a Hacienda, cuando realiza una regularización a un autónomo, a corregir los fallos que favorecen a la Administración pero también a aplicar todo aquello que puede beneficiar al contribuyente.
El Tribunal Supremo ha recordado a Hacienda que las regularizaciones que efectúe la Inspección a los autónomos deben corregir también los fallos que benefician a los trabajadores por cuenta propia. Una reciente sentencia del Alto Tribunal ha insistido en la importancia de aplicar el «principio de regularización íntegra». A pesar de toda la jurisprudencia que ha habido hasta la fecha, Hacienda sigue sin aplicar cuando corrige las declaraciones de los contribuyentes.
Hasta la fecha, cuando Hacienda hace una comprobación y detecta un error en las declaraciones de impuestos corrige automáticamente el error que le está generando un perjuicio económico a la Administración pero deja sin regularizar la parte de ese mismo fallo que favorece al contribuyente.
Los autónomos tienen derecho a que Hacienda también corrija los errores a su favor en las regularizaciones
Lo que viene a reconocer el principio de «regularización íntegra» es que Hacienda subsane de oficio todos los fallos que afectan a esa comprobación. Tanto los que favorecen a la Administración, como los que benefician al autónomo.
Esta problemática suele ocurrir de dos maneras distintas. Por un lado, puede darse el caso de que Hacienda detecte que un ingreso se ha tributado en un impuesto incorrecto. Una vez detectado, decida hacer una paralela con ese ingreso incluido pero sin corregir la tributación que se ha hecho de forma irregular. El segundo caso sería: aplicar un ingreso o una deducción en el ejercicio incorrecto , pero sin corregir la tributación que ya se ha efectuado. En ambos casos el resultado es una doble tributación por parte del contribuyente.
La regularización íntegra evita que los autónomos tengan que reclamar luego los ingresos indebidos a Hacienda
Lo que debería hacer Hacienda, según el principio de «regularización integra», es corregir de oficio tanto lo que perjudica como lo que beneficia al autónomo. Esto, sin embargo, no es lo que suele ocurrir. Cuando un contribuyente, tributa un ingreso en el impuesto equivocado, Hacienda corrige el para que tribute correctamente, pero deja como está el tributo pagado. Por lo tanto, el contribuyente tiene que iniciar un procedimiento para recuperar esos ingresos indebidos.
Lo que ha hecho el Tribunal Supremo es recordar que la Administración está obligada a corregir este desajuste de oficio y evitar que el autónomo tenga que iniciar un procedimiento aparte para recuperar los ingresos que pagó de manera errónea.
Además, recuerda el Tribunal Supremo, «este principio, en su vertiente procedimental, es aplicable no sólo a los procedimientos de inspección sino también a los procedimientos de gestión tributaria, incluido el de comprobación limitada, sin que sea admisible remitir al contribuyente para obtener la devolución de la cantidad doblemente percibida a un procedimiento nuevo de rectificación de la autoliquidación y devolución de ingresos indebidos totalmente innecesario y contrario a los principios de eficacia, economía y proporcionalidad en la aplicación de los tributos».
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