Con la llegada del mes de abril, arranca oficialmente la campaña de la Renta en España. Desde ese momento y hasta el próximo 30 de junio, millones de contribuyentes deben ponerse al día con la Agencia Tributaria para declarar sus ingresos del ejercicio anterior.
Y aunque muchos ya están familiarizados con el proceso, cada año surgen dudas sobre conceptos clave, especialmente aquellos relacionados con deducciones y datos obligatorios. Uno de los más importantes es la referencia catastral.
Este código, compuesto por 20 caracteres alfanuméricos, funciona como un verdadero “DNI” para los inmuebles en España. Su función principal es identificar de forma única cada propiedad, tanto urbana como rural, dentro del territorio nacional. La referencia catastral forma parte del catastro inmobiliario, un registro gestionado por la Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda.
El catastro es un instrumento fundamental del sistema tributario español. En él se almacena información detallada de cada inmueble: ubicación, superficie, uso (residencial, comercial, agrícola, etc.), características constructivas y su valor catastral, una cifra clave para determinar la carga fiscal asociada a una propiedad. Inscribir un inmueble en este registro no es opcional: es un deber legal para todos los propietarios.
Pero, ¿por qué este código es tan relevante en la declaración de la Renta?
La respuesta es sencilla: porque la Agencia Tributaria lo utiliza para cruzar información y calcular con mayor precisión los tributos relacionados con bienes inmuebles. En el caso de viviendas en alquiler, por ejemplo, el valor catastral puede afectar la tributación de los ingresos obtenidos por ese arrendamiento. También es fundamental si el contribuyente desea aplicarse deducciones por vivienda habitual o declarar ganancias patrimoniales derivadas de la venta de un inmueble.
Además, la inclusión de la referencia catastral en la declaración ayuda a evitar errores en la identificación de propiedades, mejora la transparencia y facilita la verificación automática de datos por parte de Hacienda.
Ahora bien, ¿Dónde se puede consultar este código?
La forma más sencilla es revisando el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Este tributo municipal, que se abona cada año, incluye información detallada sobre la propiedad, como el valor catastral, la cuota a pagar y, por supuesto, la referencia catastral. El código suele estar claramente indicado en un lugar visible del documento. También se puede consultar directamente en la Sede Electrónica del Catastro, introduciendo datos como la dirección del inmueble.
En resumen, conocer la referencia catastral no solo es útil, sino esencial para cumplir correctamente con las obligaciones fiscales. En una campaña de la Renta cada vez más digital y automatizada, tener los datos correctos puede marcar la diferencia entre una declaración sin sobresaltos y una con incidencias.
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