El Gobierno ha presentado una nueva propuesta de actualización de las cuotas que pagan los trabajadores por cuenta propia. Se trata de una rectificación respecto a la primera versión, que había sido duramente criticada por diversos sectores.
En esta segunda propuesta, los incrementos de las cuotas para autónomos son más moderados y, en la mayoría de los casos, quedan por debajo de la inflación prevista. El planteamiento se limita al ejercicio de 2026 y establece subidas que varían según los ingresos netos.
Aquellos con rendimientos inferiores a 1.167 euros mensuales mantendrán las mismas cuotas para autónomos que en 2025. Los tramos intermedios experimentarán aumentos de entre el 1% y el 2%, mientras que los que superen los 3.260 euros mensuales verán un alza del 2,5%. En total, alrededor de 1,4 millones de autónomos no verán cambios en su cotización el próximo año.
Esta modificación supone un giro relevante respecto a la primera propuesta, que preveía subidas mucho mayores y un horizonte temporal más amplio, hasta 2028. En aquel planteamiento inicial, algunos tramos de ingresos bajos soportaban incrementos más altos que ciertos tramos medios, lo que generó un fuerte rechazo tanto en el ámbito político como entre las organizaciones de trabajadores y empresarios.
La nueva tabla se enmarca en la reforma aprobada en 2022, cuyo objetivo es que, para 2032, las cotizaciones se calculen en función de los ingresos reales de cada profesional.
Este cambio pretende equilibrar el sistema y mejorar la protección social del colectivo, que históricamente ha recibido pensiones más bajas que las de los asalariados. La reforma busca además evitar que quienes tienen ingresos elevados coticen por bases reducidas, garantizando una mayor equidad.
Aun así, la acogida de la segunda propuesta ha sido desigual. Los sindicatos consideran que los aumentos planteados son demasiado tímidos y que podrían retrasar el avance hacia la cotización plena por ingresos reales. Las asociaciones de autónomos, por su parte, valoran la reducción de la carga para los tramos más bajos, pero reclaman mejoras en otras áreas, como las ayudas a mayores de 52 años o la regulación de la pluriactividad.
Si la propuesta no logra el respaldo parlamentario antes de final de año, se prorrogarán las cuotas vigentes en 2025.
Así, el debate sobre cómo equilibrar la sostenibilidad del sistema y la protección de los autónomos sigue abierto y será clave en los próximos meses.
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